domingo, 12 de octubre de 2008

Recordando en el futuro

A veces, me paro a pensar cual es nuestra misión en la vida. Unos dirán que no tenemos ninguna, pero yo me niego a pensar que estamos aqui simplemente para trabajar durante toda nuestra vida y morir olvidados, enterrados bajo tierra y sin que nadie sepa ni que hemos existido. A veces me paro a pensar, en el momento en el que tenga 80 años. ¿Qué es lo que recordaré? No se cuales serán las aventuras que podré contar a mis nietos, pero estoy seguro de que lo que no quiero es tener la sensación de no haber hecho nada útil en mi vida. Quiero enseñar, quiero crear, quiero compartir. Quiero, que cuando mis hijos me miren, vean la imagen de un hombre que ha conseguido hacer algo en la vida, que ha conseguido cambiar algo, que ha conseguido transmitir algo bueno a los demás. Esa es mi meta en la vida. Yo se que en el fondo sería feliz con solo saber que una persona me recuerda como un hombre extraordinario. Algunos se conforman con conseguir salir adelante en el día a día, para llegar a la jubilación y poder vivir en paz. Que paradoja. Toda tu vida trabajando para llegar a anciano y poder disfrutar de la vida, cuando ya no tienes ni fuerza ni ganas de seguir haciendo cosas. Solo tienes ganas de descansar. Yo aún no se cual es mi misión en esta vida, pero de lo que estoy seguro es que estoy haciendo todo lo posible por encontrarla, no quiero conformarme con la misión que me haya encomendado otra persona, quiero encontrar mi propia misión. Quizás llegue a los 80 años, y me de cuenta de que en realidad no tenía ninguna misión, pero tendre la suficiente experiencia como para saber que no desistí en encontrarla, que hice lo posible por cambiar el destino que alguien me escribió. Quiero escribir mi propio futuro, quiero escribir mi nombre a fuego en el corazón de los que me rodean. Quiero que me recuerden como un hombre bueno, un hombre que caló en el corazón de todo aquel que lo conoció. No se trata de ser un sabio, de ir acumulando conocimientos inutiles. Simple y llanamente se trata de saber seleccionar los conocimientos, y aprender solo lo que es necesario, aprender a jugar a este juego llamado vida, para poder transmitir las reglas del juego a futuras generaciones. Que mis hijos crezcan con la ventaja de saber jugar al juego desde pequeños, de no tener que vivir 80 años para aprender las reglas.

Por ahora ya he aprendido algo, se puede ser inmortal. Mientras una persona te recuerde, seguirás vivo. Aunque hayan pasado 200 años y solo te recuerde una persona, seguirás vivo en su corazón, y la única forma de conseguir eso es creando buenos recuerdos. Nadie quiere recordar a alguien que solo ha buscado maldad y sufrimiento para los demás a lo largo de su vida, intentarán por todos los medios borrar ese recuerdo. Pero si has sido una persona única, una persona que ama todo lo que le rodea, no te preocupes, los tuyos se encargarán de que tu recuerdo jamás se borre.

Sk - Creando cicatrices en almas

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