Renacimiento

Por fin, después de tanto tiempo, vuelvo a hablar contigo.

Habías olvidado esta sensación, la de cerrar los ojos, sonreir, y simplemente hacer escritura automática. Habías olvidado cuanto te quieres, cuánto te gusta mirarte al espejo, sonreírte a ti mismo y guiñarte un ojo, como recordándote que todo va a ir bien, que siempre estarás ahí para lo que haga falta.

Habías olvidado lo que es pensar sólo en ti, has estado demasiado tiempo intentando cuidar de los demás, y has olvidado cuidarte a ti mismo. Eres el primero que siempre ha dicho que lo más importante es dar todo lo que tienes, sin importar lo que recibas a cambio, pero llega un momento en el que te das cuenta de que no tienes nada más que dar, que estás vacío, que lo has intentado todo y no has conseguido nada. En ese momento, la ilusión se convierte en frustración, en desesperación, en ver como todo tu empeño durante tanto tiempo no ha servido de nada.

Pero el pesimismo jamás puede vencer al optimismo, no en tu mundo. Tú, que has logrado ver la parte buena de los momentos más duros de tu vida, no vas a rendirte ahora. Recuerda esa conversación que tuviste contigo mismo, en la que te juraste que jamás dejarías que nada te entristeciera más de lo debido, en la que te prometiste que harías todo lo posible por ser feliz. Has descuidado eso durante mucho tiempo, pero ya es hora de arreglarlo.

En este tiempo has sido feliz, pero de otro modo, has sido feliz como la gente te dice que es la felicidad, has vivido la felicidad del cine en pareja, del paseo por el parque, de ver amanecer, de observar a alguien durmiendo, de contar los segundos para un reencuentro. Pero, sé sincero contigo mismo, eso no es lo que quieres, al menos no así. Los dos sabemos que tú no eres como los demás, que, como tu dices "Dónde otros ven luz, yo solo veo niebla".

Hoy por fin, te vas a dar otra oportunidad, porque los dos sabemos que la necesitas. Hoy es un nuevo amanecer, hoy es tu renacimiento.



Sk - Volviendo a creer