viernes, 13 de febrero de 2009

Mirando a otro lado

Hoy me siento triste. No es el tipo de tristeza que te hace estar cabizbajo, esa que te hace estar de mal humor con todo el mundo, y con la cual es imposible que nadie consiga arrancarte una sonrisa. No. Hoy me siento triste por la gente de mi alrededor. ¿Qué tipo de generación está creciendo entre nosotros? Yo, lo que veo a diario, es a muchos niños que ya han perdido la ilusión por jugar, no quieren estar en la calle para relacionarse con los demás, solo quieren estar en casa, y estar con el ordenador o la videoconsola. ¡Si hasta los alumnos pegan a los profesores! ¿En qué mundo vivimos? ¿Qué clase de monstruos estamos creando? Cuando yo estaba en la escuela eso era algo imposible, posiblemente el profesor te pegara una bofetada antes de que tu ni siquiera pudieras soltar una palabra. Y no nos quejabamos, porque si lo haciamos, nuestros padres se encargaban de terminar lo que los profesores habían empezado. Yo siempre he estado en contra del castigo físico, pero también es cierto, que eso me sirvió para crecer con un cierto control, algo que creo que es muy necesario en la vida. Porque si creces pensando que puedes hacer lo que quieras desde pequeño, no habrá quien frene tu avaricia.

¿Y qué hay de el analfabetismo? Los adolescentes de hoy en día saben leer, saben escribir, y también saben usar el ordenador. Vale, eso me parece perfecto. Pero no retienen ninguna de la información que van consiguiendo. Pregúntale a alguno sobre música, o sobre política, o sobre algo que no sea drogas y fútbol y no sabrán que responderte. El sistema ha creado una generación de borreguismo, de gente fácilmente manipulable. Eso es lo que llevan intentando hacer desde muchísimos años atrás, y por fin lo están consiguiendo. ¿Qué mas da que haya una masacre en Gaza, si el Madrid ha ganado su último partido? ¿Qué más da que ilegalicen manifestaciones antifascistas y permitan otras ultraderechistas mientras Melendi saque un nuevo disco? Han conseguido su objetivo. Por lo menos, en Internet se está intentando crear un mundo más amable, más correcto, en el que la gente te resolverá tus dudas, o hará que intentes resolverlas por tí mismo. En el que te corregirán si tienes alguna falta de ortografía hasa que aprendas a escribirlo bien. En el que te tratarán bien mientras tu trates bien. 

Pero el mundo virtual es solo eso: virtual.

Sk - Crying inside myself

2 comentarios:

Reggie dijo...

El médico ingles Ronald Gibson comenzó una conferencia sobre conflictos generacionales, citando cuatro frases auténticas, reales:

1. "Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos".
2. "Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible."
3. "Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos"
4. "Esta juventud está malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura"

Después de éstas cuatro citas, quedó muy satisfecho con la aprobación que los asistentes a la conferencia daban a cada una de las frases dichas. Recién entonces reveló el origen de las mismas:

La primera es de Sócrates (470-399 a.C.)
La segunda es de Hesíodo (720 a.C.)
La tercera es de un sacerdote del año 2.000 a.C.
La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (Actual Bagdad) y con más de 4.000 años de existencia.


Todo depende del momento y los ojos con los que se ven las cosas. Siempre pensaremos que somos la mejor generación, pero siempre seremos insultados y repudiados por los de antes. No es que seamos mejores, es que somos diferentes.

Saludos.

* dijo...

"Cuando yo estaba en la escuela eso era algo imposible, posiblemente el profesor te pegara una bofetada antes de que tu ni siquiera pudieras soltar una palabra. Y no nos quejabamos, porque si lo haciamos, nuestros padres se encargaban de terminar lo que los profesores habían empezado."

Esta parte de ti si que me ha sorprendido, estoy totalmente en contra del castigo físico, y yo también crecí así. Pero, oh my god! pensar que con una bofetada se gana más que con un finde semana sin tele, me hace bastante gracia.. Por supuesto, no tengo hijos, pero algún día los tendré y créeme, tengo muy claro que no recibirán una sola bofetada en toda su vida a manos de sus padres. Una bofetada duele, pero el dolor es efímero, sin embargo, dejarles sin ver el partido o el programa que llevan esperando toda una semana.. eso marca mucho más que las señales de violencia. Los niños no se educan con violencia, hasta ahí podíamos llegar.. a defender una política sin violencia, un mundo sin violencia, una televisión sin violencia, y detrás, en NUESTRA PROPIA CASA, usar la violencia para conseguir "obediencia". Siendo ésta igual de efímera que el dolor de la bofetada. Hipocresía y más hipocresía de un mundo de VAGOS.

Educar desde abajo, desde la guardería, o incluso desde que naces y no sabes pronunciar una palabra. Educar con sabiduría, no con mano dura señores.. ENSEÑANDO EN LUGAR DE EXIGIR. Sin olvidar que los niños, traviesos o no, también son personas,y si queremos que esa personita tenga una cabeza bien amueblada cuando piense por si mismo, toda la responsabilidad está en los padres. LOS NIÑOS SON ESPEJOS PEQUEÑITOS, Y REFLEJAN EN SU CONDUCTA TODO LO QUE RECIBEN DE SUS EDUCADORES.

Buena entrada, excepto en eso, estoy de acuerdo contigo xD.