¿Qué hago? ¿Qué busco? No lo se la verdad. Si todos supieramos desde un principio lo que queremos, la vida sería mucho más fácil. Siempre me he guiado por impulsos, aunque estos no siempre hayan sido los más acertados. Puedo haberme arrepentido infinitas veces de algo que no he hecho, pero nunca, y digo nunca, me arrepentiré de algo que he hecho. A veces no pienso en las consecuencias, simplemente hago lo que me dicta el corazón. Cuando el corazón me habla, todo mi engranaje pierde el control, y ninguna parte de mi cuerpo hacen caso al cerebro. Me entrego al máximo con cada ilusión que surge dentro de mi. Pero nunca me doy cuenta de que las ilusiones son pequeñas llamas que se encienden dentro de cada persona, llamas que el menor soplo de aire pueden apagar. En mi caso, no ha existido ningún de soplo de aire que apagará la llama de mi ilusión, simplemente se ha apagado sola. He tenido el gran fallo de olvidar alimentar esa llama, y por ende, se ha consumido. Nunca quise que fuese asi. Vuelvo a tener esa sensación dentro de mi de haber hecho daño involuntariamente a la persona que menos se lo merecía en este mundo. También es cierto que una ilusión da lugar a muchas otras ilusiones. Y muchas de esas ilusiones aún siguen vivas en mi. Pero ahora es el momento de apagarlas por completo. Se, que si sigo dejando esas llamas encendidas, seguiré haciendo daño. Para mí existen dos tipos de llamas; las que alguien apaga soplando con fuerza, dando lugar a una ceniza gris que se almacena en mis entrañas, o la llama que yo mismo he apagado. Y esa llama deja una ceniza de un color alegre, que me recuerda que fui feliz mientras estuvo encendida. Almaceno la ceniza gris, para recordarme que hay llamas que pueden quemar, y almaceno la otra ceniza para recordarme que esa llama jamás me quemo, simplemente me dio calor cuando tenía frío.
Solo puedo decir dos cosas. Gracias por haber encendido esa llama que tanto calor me dio, y lo siento por haber olvidado alimentarla para que siguiera encendida. Guardaré siempre esa ceniza dentro de mi.
Sk - Soplando con fuerza hacia adentro
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